Una novela a tomar en cuenta. Personalmente pensaba que el género/temática zombi ya se encontraba en franca caída. La exitosa serie “The walking dead” estaba ya defraudando a muchos fans (Yo soy más fan del comic) y ya no se veía alrededor algún producto que tomara la batuta. Lo que iba apareciendo por ahí me parecía un refrito de lo mismo (Aunque a decir verdad tampoco he visto o leído todo acerca del género).
He hallado en Pandemia Z un poco de aire fresco. Está escrita de una manera ágil y hasta cinematográfica (sobre todo sus escenas de acción) que nos hace querer saber que ocurre en el siguiente capítulo lo más pronto posible. Terminamos de esta manera comprometidos en la aventura y drama de los personajes.
Su historia nos cuenta que el mundo ha sido azotado por una extraña infección que al principio es tratada solo como una enfermedad. ¿Pero qué enfermedad hace que los muertos vuelvan a la vida?
Han pasado tan solo 28 días desde el brote mundial y nos encontramos en Lima – Perú donde las calles ya están aglomeradas de no-muertos buscando sangre y carne para devorar. A pesar de la desolación y el abandono de la ciudad a simple vista hay sobrevivientes escondidos esperando ayuda. La novela nos muestra a siete personajes que viven la misma pesadilla, ya sea en grupo o en solitario, todos a su manera y con lo que pueden. Algunas transmisiones de radio y televisión dan a entender que la fortaleza Real Felipe (Callao) es una zona segura resguardada por militares y que es a donde uno debe llegar para salvar su vida.
Aquí no hay héroes con capa, solo civiles como tú y como yo tratando de sobrevivir a este suceso inimaginable (Aunque en la novela se muestra que los zombis ya existen en su cultura pop). Es aquí donde nos encontramos ante la crítica social que lleva cargando este género desde siempre. En medio del apocalipsis el drama se centra en las relaciones humanas donde entra a tallar aquella vieja frase: “Homo Homini Lopus” o “El hombre es el lobo del hombre” pues son estas circunstancias las que ponen a prueba la buena fe que tenemos hacia nuestros prójimos.
El “gore” en la novela esta dosificada en los salvajes ataques de los no-muertos, sus mordidas y desmembramientos causadas por su insaciable hambre. Hablando ya de los zombis estos no son lentos y perseguirán a su presa así les cueste descalabrarse en el camino. Grata fue mi sorpresa al enterarme que no todos estos seres son reducidos a meros caníbales, sino que hay algunos infectados que son resistentes al virus.
Si bien para algunos no es una gran historia o cae en muchos clichés del género, no pasa nada, esta novela cumple loablemente su labor de entretener . Si son primerizos en el género zombi este libro es ya un gran primer paso. ¡Yo ya estoy esperando la continuación!
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