Hace unos días decidí subir algo nuevo al blog, pero no quería nada de lo que he leído últimamente. Recordé que hace ya varios años había escrito una muy escueta opinión en mi muro de facebook, fue sobre un libro que trataba sobre un suceso real. Busqué dicho libro en mis estantes y lo ojee por un rato, me sorprendió observar que el suceso al que se refería había acontecido en un mes de Abril, pero del año 2007. Una casualidad pensé.
«La mañana del 16 de abril de 2007, Cho Seung-hui pone en marcha su macabro plan. Con una frialdad impresionante matará, primero, a dos de sus compañeros de la residencia vecina, para después disparar y fulminar a 30 personas más…»
«La masacre de virginia Tech: Anatomía de una mente torturada» es una crónica paso a paso de uno de los muchos acontecimientos oscuros en la historia de EE.UU. Podríamos agregar que es hasta repetitiva, puesto que ya han pasado hechos muy similares anteriormente.
Este libro no es una novela de terror, pero sí una muestra del horror que sintieron todos aquellos estudiantes aquella aciaga mañana, intentando sobrevivir de una matanza que nunca vinieron venir. Este libro cual reportaje hace que nos insmiscuyamos en el pellejo de aquellos jóvenes. Sentiremos el miedo, la desesperación y el dolor y finalmente la esperanza junto a los sobrevivientes de aquella locura.
Encontraremos muchos datos sobre el asesino, su historia y como poco a poco su desequilibrio mental (así como el bullyng) terminaron siendo el detonante para su muerte (y la de sus compañeros). Diversos croquis del campus nos harán darnos una idea de los movimientos de Cho, así mismo tendremos la oportunidad de leer un manuscrito, del asesino, para una clase de literatura.
Este libro termina siendo un viaje a lo insondable de una lamentable desgracia. Debo reconocer que este libro pudo hacerme vidriar los ojos en muchos de sus terribles pasajes. Finalmente les dejo este video del grupo Collective Soul (si llegan a leer el libro entenderán el por qué).
Posdata: Aunque suene terrible (lo siento) dedico esta entrada al Sr. Genaro Valladolid, que como los muchachos caídos en el campus, ahora nos mira desde el infinito, en algún lugar mejor. Q.P.D.
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